Con el deseo de compartir mi experiencia en el camino de la energía…

Flor de lotoHemos hablado de qué es la meditación y para que sirve;  hemos destacado la importancia de la relajación, concentración y visualización; también hemos visto que podemos realizar meditaciones guiadas o libres… en fin, que es hora de comenzar a prepararnos para la práctica con estos primeros pasos:

Preparando la meditación

Preparando la meditación...Hasta que tengamos práctica, podemos comenzar las meditaciones en casa para asegurarnos de no ser interrumpidos por otras personas o por los ruidos ambientales de la calle.

Es importante crear un ambiente tranquilo y relajante, apaga cualquier aparato que pueda hacer ruido (televisión, teléfono móvil, etc.); puedes utilizar música suave pero no es necesaria.

La iluminación (si es de noche) que sea suave, sin focos ni luces que te deslumbren. Si te ayuda a crear ambiente, puedes utilizar algunas velas o incienso, aunque tampoco es fundamental.

Palitos de incienso

Palitos de incienso

Tu ropa debe ser cómoda y holgada, que no te apriete por ningún sitio.

Posturas para meditar

Lo más importante es que estés cómodo para que no te duela nada en mitad de la meditación.

Distintas posiciones para meditar

Puedes sentarte en una silla o sobre un almohadón, puedes ponerte de rodillas o en la postura del loto si lo deseas pero SIEMPRE, con la columna recta (alineada). Por supuesto, la postura que elijas no debe oprimirte ni dificultar tu respiración.

No importa la postura, medita SIEMPRE, con la columna recta (alineada)

También puedes realizar la meditación tumbado, ¡pero corres el riesgo de dormirte!

Primeros pasos

  1. flor de lotoPuedes meditar con los ojos cerrados o abiertos (ligeramente entrecerrados). Si los tienes abiertos, encuentra algo tranquilo que puedas mirar (una flor, un cuadro que te relaje o la llama de la vela).
  2. Comienza relajando cada músculo de tu cuerpo. Sin prisa, tomate todo el tiempo que necesites. Si es necesario, puedes tensar antes cada parte de tu cuerpo para sentir la relajación al soltarla. Empieza por la punta de tus pies y ve subiendo hasta llegar a la cabeza.
  3. Una vez que sientas tu cuerpo relajado, realiza 2 ó 3 respiraciones profundas intentando llenar primero tu estómago de aire, después llenas tus pulmones y paras 1 segundo. A continuación sueltas el aire de tus pulmones y después el del estómago lo más lentamente posible (sin que notes que te falta el aire; lo importante no es la cantidad sino la lentitud a la que sueltas el aire). Esto te ayudará a terminar de relajarte y empezar a concentrar tu atención.
  4. Ahora respira normalmente y elige un foco de atención para tu meditación. Lo más habitual es utilizar la respiración. Presta atención en cómo entra y sale el aire por tus fosas nasales. No se trata de controlar lo que estás haciendo, sino sólo de ver cómo lo haces. Céntrate en cómo el aire entra por tu nariz, llega hasta tus pulmones y sale de nuevo por el mismo sitio. No lleves tu atención a ninguna otra parte de tu cuerpo.
  5. Si te vienen pensamientos, vuelve a poner tu atención en la respiración, en el aire que entra por tus fosas nasales; si es necesario, repite otra respiración profunda. No hay que poner la mente en blanco, el objetivo es aquietar tu mente y, de esta forma, conseguir que el flujo de pensamientos vaya disminuyendo. Llegarás a obsevar como fluyen los pensamientos por sí mismos, sin identificarte con ellos.
  6. Cuando lleves un rato en silencio (parte primordial de la meditación) puedes comenzar el ejercicio que más necesites o te agrade: visualizar un lugar que te haga sentir paz y disfrutar del paisaje (real o imaginario), dejarte llevar por algún pensamiento que te guste o centrarte en el problema que no se va de tu cabeza para observarlo «desde fuera».
  7. Descubrirás por tí mismo cuándo dejar de meditar. Realiza otra respiración profunda para terminar y tomate el tiempo que necesites para ponerte en marcha, sin prisas ni agobios.

Próximamente os detallaré meditaciones concretas y ejercicios para seguir avanzando en este camino de realización personal.

Hommer Simpson meditando

Bueno amig@s, espero que estas publicaciones os hayan ayudado a empezar a descubrir la meditación y sus beneficios.

No dejéis de contarme vuestras experiencias e inquietudes y trataremos de resolverlas juntos.

Comentarios en: "Introducción a la Meditación IV" (2)

  1. Nene dijo:

    Lo hago todos los martes en un sitio precioso y rodeada del silencio , tranquilidad y belleza, pero pocas veces logro estar 50mn. placidamente y dejando fluir los pensamientos.
    Supongo que con la practica mejorare

    • Hola Nene!
      En cuestión de meditación (como en casi todo) es mejor la calidad que la cantidad… preferibles 10 minutos de «aquí y ahora» que 1 hora de «chachara mental». Y sí, la práctica es fundamental; cuanto más medites, mejor lo harás y más te ayudará. Te animo a seguir practicando!
      Pero cuidado amiga… es muy adictiva!!!! jejejejeje 😉

¿Tú qué opinas?