Con el deseo de compartir mi experiencia en el camino de la energía…

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La crisis de sanación

Cuándo comenté que hacía Reiki entre mis amigos y familiares, muchos me advirtieron que debía tener cuidado pues sabían de conocidos que recibieron tratamiento y tuvieron que dejarlo por que empeoraron sus síntomas. También me advirtieron que tuviera cuidado al tratar a los pacientes para no cargarme de sus «malas energías».

Lo primero que me gustaría aclarar a los nuevos terapeutas, es que la Energía Vital Universal es una “energía inteligente”, es decir, nunca vas a recibir más de la que tu sistema energético pueda controlar y, aunque te equivoques de sitio al poner las manos, siempre llegará al lugar donde se necesita; además, es inagotable.

Esto quiere decir que el terapeuta, por mucho Reiki que aplique a su paciente, nunca canaliza su propia energía (por lo que no la “gasta”); por otro lado, sólo se limita a “canalizar” por lo que no se lleva energía del paciente a su casa, ni positiva ni negativa. Otra cosa es, que el terapeuta tenga algo que sanar con emociones similares a las que está sanando en el paciente, entonces nos encontramos ante un “Efecto Diapasón”.

Después de una sesión de reiki pueden empeorar los síntomas, es la crisis de sanaciónY ahora, hablemos sobre el empeoramiento de los síntomas…

Cuando recibes una sesión de Reiki o eres sintonizado en los cursos, tus centros de energía se equilibran, lo que provoca que tu cuerpo comience a sanarse a todos los niveles. Este proceso de “limpieza” dura aprox. 21 días durante los cuáles, puedes tener algunas molestias (esto no es una ciencia exacta, hay quien tiene molestias al cumplir los 21 días y quien las tiene al día siguiente).

Esto que llamamos “Crisis de sanación” no es sino un proceso de purificación que nos conduce a una aceleración en nuestra evolución.

Voy a explicarlo con un ejemplo ficticio:

El paciente X acude a la consulta porque se siente muy enfadado y no sabe cuál es la razón. Su vida está completa: tiene una familia estupenda que le da muchas alegrías, un trabajo bien remunerado que le llena y unos amigos con los que comparte parte de su tiempo libre… pero por algún motivo se siente siempre enfadado.

La primera sesión de Reiki lo hará sentirse mejor, incluso eufórico. Durante unos días persistirá esa sensación agradable. Entonces, sin ningún motivo aparente, una mañana se levanta con la misma sensación de enfado original y unas ganas increíbles de discutir con todo el mundo.

Está teniendo su crisis de sanación. Algún conflicto en su interior que aun no había solucionado lo hacía sentirse enojado. El Reiki lo ha sacado a flote para solucionarlo. El paciente X tienes 2 opciones:

  • Trabajar en el problema y solucionarlo
  • Mantener el problema dentro de sí y continuar ignorándolo.

Si se decide por trabajar el conflicto para poder llevar una vida más plena,  las sucesivas sesiones de Reiki pueden servirle de mucha ayuda, tanto para encontrar la raíz del problema como para trabajar en su solución y mitigar los síntomas. En este caso, nuestro paciente X está “acelerando su evolución” pues, gracias al Reiki, estará sanando en unos días (o semanas) un proceso que podría haber necesitado de años para resolverse por sí mismo.

Me gustaría recordar que el Reiki, como terapia holística que es, va a sanar tu cuerpo, mente, emociones y espíritu. Esto implica que, a parte del trabajo de tu terapeuta, necesitarás poner de tu parte y trabajar en tu propia sanación (si realmente estás interesado en curar determinadas heridas o aspectos de tu vida). De este modo, los síntomas de la Crisis de Sanación pueden afectar en todos los niveles:

  • Síntomas físicos

Después de una sesión de reiki pueden empeorar los síntomas, es la crisis de sanaciónIncremento del sudor, orina o evacuaciones, vómitos, sarpullidos, síntomas de resfriado o gripe, dolores de cabeza o fiebre. El cuerpo se está limpiando y depurando.

  • Síntomas mentales o emocionales

Ira, tristeza, miedo, odio o ansiedad. Cuándo este tipo de sentimientos no se liberan y permanecen en nuestro interior, no sólo no nos permiten disfrutar plenamente de la vida, además pueden dañar los órganos donde se acumulan. Durante la Crisis de Sanación pueden verse potenciados: el cuerpo nos da la oportunidad de indagar porqué tenemos esos sentimientos para poder liberarnos.

Quiero aclarar que no todo el mundo tiene crisis de sanación, a veces es tan sutil que ni se nota y otras veces es más fuerte y nos puede dejar un par de días en cama. Y, por supuesto, no tendrás TODOS los síntomas aquí descritos, no te asustes. La sintomatología dependerá de los problemas físicos, mentales o emocionales que cada paciente traiga consigo.

Si acabas de recibir tu primera sintonización o sesión de Reiki y has sentido cualquiera de estos síntomas (u otros parecidos), siéntete feliz por haber comenzado tu proceso de sanación y evolución; no abandones tu tratamiento o autotratamiento, te ayudará a superarlo mejor y terminar de sanarlo.

Recuerda siempre consultar a tu Terapeuta o Maestro cualquier duda que te surja.

La sesión de Reiki

No se puede generalizar, ya sabemos que cada persona es un mundo y sus circunstancias… No obstante, si te decides a recibir tu primera sesión de Reiki, esto es, a grandes rasgos, lo que puedes esperar:

¿Cómo es una sesión de Reiki?

La duración aproximada es de 1 hora. El paciente se tumba en la camilla y se relaja con los ojos cerrados hasta el final de la sesión. No es necesario desnudarse, basta con descalzarse y se recomienda llevar unos calcetines gruesos (es muy habitual la disminución de temperatura).

El terapeuta no te dará un masaje, simplemente pondrá sus manos sobre diferentes partes de tu cuerpo para permitir el flujo de energía; normalmente se comienza por los 7 chacras principales; después se canalizará energía por diferentes chacras menores en diferentes puntos de los brazos y de las piernas, para terminar aplicando Reiki en cualquier parte del cuerpo que lo demande.

Chacras principales y secundarios

En algunos casos notarás las manos de tu terapeuta sobre el cuerpo y, en otros casos, las colocará a cierta distancia.

¿Tengo que sentir algo?

Cuando te están aplicando Reiki, puedes sentir que las manos del terapeuta desprenden calor, frío o cosquilleo; todo ello es normal, cada uno percibe la energía de distinta forma.

Una vez que la energía comienza a entrar en tu sistema, la primera sensación es de relajación intensa y paz mental. Déjate llevar y disfruta de del momento. Algunas personas visualizan colores, otras se quedan dormidas. Todo normal, no hay que cohibirse, ni paciente ni terapeuta. Es habitual la disminución de temperatura corporal durante la sesión; avisa a tu terapeuta para que te abrigue.

Durante la sesión, la Energía Vital Universal entrará en tu sistema energético y limpiará todo a su paso; bloqueos emocionales, experiencias traumáticas o dolorosas sin sanar se remueven por dentro para comenzar su proceso de sanación. Aunque la sesión transcurre en silencio, puede ser que, en un momento determinado, el paciente sienta la necesidad de decir algo, llorar, reir, suspirar… ¡No te asustes ni te avergüences! es mejor no contenerse y dejarlo salir. Esto es señal de que la energía está comenzando a sanarnos. Un buen terapeuta continuará aplicando Reiki y te acompañará en durante el proceso.

La sesión de Reiki

Si tienes algún problema físico (dolor en articulaciones, estreñimiento, dolores menstruales, gases, etc.) es posible que, al poner las manos en la zona correspondiente, sientas algún dolor o como si algo se removiera dentro; también puedes comenzar a toser o aumentar tu secreción nasal. También es normal y es buena señal, estamos sanando.

También se da el caso de personas que no sienten nada durante la sesión (ni frío ni calor, no ven colores ni ríen, ni lloran, ni nada… También es normal y no quiere decir que el Reiki no haya funcionado. Deja pasar unos días y seguro que comienzas a sentir los cambios que se están realizando en tu interior.

Todos estos síntomas pueden agravarse los días posteriores a la sesión. Muchas personas se asustan y creen que el Reiki les ha empeorado. Esto también es normal y se llama Crisis de Sanación. Sigue adelante con las sesiones, te sentirás mejor y es señal de que la Energía Vital Universal ha comenzado tu proceso de sanación. Mantén informado a tu terapeuta.

Ten en cuenta que:

  • Tu terapeuta de Reiki no necesita saber qué enfermedad tienes para tratarte pero, si consideras oportuno informarle sobre algún tema que quieras tratarte en particular o una dolencia grave, no dudes en hacerlo (por ejem.: que lleves marcapasos, sufras una depresión grave, etc.).
  • Si sufres alguna enfermedad y consideras tratarla también con Reiki, recuerda que la Energía Vital Universal no sustituye a los medicamentos y tratamientos de tu médico, pero sí ayudará a que sean más efectivos y llevaderos.
  • No es necesario que estés enfermo para recibir la Energía Vital Universal; el Reiki es una herramienta excelente de crecimiento personal y puede ayudarte a expandir tu espiritualidad (no importa las creencias que tengas).

El efecto Diapasón

El efecto diapasón en ReikiEl diapasón, al golpearlo, emite una vibración y sirve para afinar instrumentos musicales. Si acercamos otro diapasón, sin que se toquen y sin golpear el segundo, al cabo de pocos segundos, ambos comenzarán a vibrar al unísono.

De igual modo durante una sesión de Reiki se puede dar el caso de que, al tratar emocionalmente a nuestro paciente, se produzca una conexión entre ambos que remueva emociones en nuestro interior (rabia, miedo, tristeza, amor, …). Cuándo esto sucede se nos ofrece la oportunidad de sanarnos al tiempo que ayudamos a nuestro paciente a sanarse. Es lo que se llama el Efecto Diapasón.

Hoy ha sido un día especial: he experimentado mi primer diapasón; y ha sido muy especial porque ha sucedido en cadena. En las prácticas de hoy, 3 terapeutas tratábamos a la misma paciente y, en una especie de «efecto dominó», el llanto se ha ido apoderando de las 3 hasta el final de la sesión, donde nos hemos unido las 4 en un abrazo. Hoy he aprendido la importancia de compartir. Gracias a Ana, Montse y Toñi por acompañarme en esta aventura.

Vibrando al unísono... El efecto Diapasón

Cada uno de nosotros es único e irrepetible pero debemos comprender que, en el fondo, todos somos UNO. Hay que desarrollar nuestra empatía y nuestra comprensión de los demás porque, en el fondo, no somos tan distintos: compartimos sentimientos, deseos y emociones.

Vibrar al unísono con otro ser vivo es una experiencia única que todos deberíamos poder experimentar a lo largo de nuestra vida.

Somos UNO