El síndrome del despertar de la kundalini II
Este artículo es continuación de El síndrome de la kundalini…
Desde que publiqué la primera entrada sobre el síndrome, muchas han sido las personas que han acudido a mí, algunos asustados otros ilusionados, pensando que su kundalini había despertado al reconocer algunos de los síntomas de la lista.
En primer lugar me gustaría aclarar que no es tan fácil que una kundalini despierte; si no, que se lo pregunten a todos los yoguis que durante años se han preparado para ese despertar. Es cierto que algunos sistemas de sanación energética (como Reiki Kundalini), llevan a cabo esa tarea en tiempo record comparado con el tradicional Yoga Kundalini (por ejemplo). Pero eso no quiere decir que no requiera su tiempo: al menos los sistemas que yo conozco tienen como requisito la Maestría de Reiki Tradicional, lo que ya implica un tiempo de aprendizaje y práctica antes de llegar al despertar y posterior elevación de tu kundalini.
En segundo lugar lugar, aunque es cierto que se puede producir un despertar espontáneo (consumo de drogas o medicamentos, exceso de trabajo, tensiones acumuladas, falta de descanso, abuso de las fuerzas físicas, un golpe o lesión grave en la zona de la rabadilla, la pena, los traumas, el miedo excesivo, prácticas de meditación incorrectas, el sexo, el embarazo, el parto… tal como comentabamos en el artículo anterior), ésto no quiere decir que por haber sido madre, padecer stress o haber tomado drogas durante algún periodo de tu vida, tu kundalini venga automáticamente en el «pack». Tienen que darse también determinadas circunstancias personales, mentales, emocionales y espirituales, aparte de las mencionadas, para que ésto ocurra.
En tercer lugar, para todos aquellos que han leído de los «dones» que proporciona la kundalini y la aceleración en tu evolución… efectivamente, tu energía kundalini acelera tu evolución tremendamente y despierta los dones latentes que todos tenemos y muchas cosas más. Pero ésto tampoco es un proceso automático; para que ello ocurra tenemos que trabajar mucho y muy duramente con nuestra kundalini: liberar nuestros bloqueos, sanar traumas pendientes, trabajar nuestro ego… os aseguro que no es camino fácil sino, más bien, todo lo contrario. Por supuesto nuestra kundalini nos ayudará en ese trabajo pero requerirá mucha dedicación por nuestra parte y un trato respeteuoso. No será un camino de rosas y no terminará nunca.
Para terminar, me gustaría enviar 2 mensajes:
A los que han sentido síntomas parecidos a los descritos: cuando comenzamos a ser conscientes de nuestra dimensión espiritual (bien porque estamos recibiendo terapia, bien porque nos hemos iniciado, bien porque estamos en un momento de nuestra vida donde buscamos algo más…) nuestro sistema energético se pone en marcha y comienza a fluir nuestra energía (la sóla intención de evolucionar, ya pone en marcha el proceso: comenzarás a sentirte atraído por ciertos temas, llegará hasta tí información, conocerás «causalmente» un guía…); eso hace que comencemos también a sentir el «despertar» de nuestros chakras. Las sensaciones son muy parecidas a las descritas sólo que bastante más leves. En todas las consultas que he realizado hasta ahora, tan sólo en un caso era una verdadera kundalini despierta, todos los demás eran «despertares» a la propia energía; cuándo ésto ocurre, quizá te ha llegado el momento de comenzar tu camino de evolución… ¡enhorabuena!
A los que esperan «ahorrar» tiempo y trabajo de su evolución, buscando en el despertar de la kundalini una «solución» rapida a sus problemas, dudas o deseos… No os engañéis; ningún método de sanación (por muy holístico que sea), ningún Maestro (por semi-ascendido que esté o por muchos sistemas que maneje), ninguna fórmula mágica va a realizar el trabajo que debéis realizar por vosotros mismos; el camino de evolucion es un camino personal e intransferible que debéis recorrer cada uno de vosotros. El tiempo que tardéis será proporcional al tiempo que os cueste comprender esto. Intentar acelerar el proceso sólo os conducirá a decepciones y frustaciones (con vosotros mismos y con vuestros Maestros).
Dicho todo ésto, me gustaría aclarar que mi intención no es ni «reprender», ni aconsejar, ni desilusionar a nadie, no soy quien para hacerlo; tan sólo expongo mi opinión y vivencia como alumna, como guía y como profesora (que no Maestra, salvo de mí misma y sólo a veces). Cada cual debe buscar en su interior las respuestas; si este artículo te sirve de inspiración o de ayuda, me sentiré honrada y útil.
El camino de la kundalini es una experiencia vital bella, gratificante, enriquecedora y maravillosa, a la par que dura, trabajosa y, a veces, triste y solitaria.
Si después de leer este artículo, aun crees que tu kundalini está despierta, no dudes en consultar conmigo o con un Terapueta/Maestro de tu confianza.
Namasté!
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