Con el deseo de compartir mi experiencia en el camino de la energía…

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Viajes con mi Yo Superior 1

16 de Noviembre de 2012

Hacía varias semanas que no conseguía contactar con mis guías y, algunos acontecimientos recientes, me hicieron sentir la necesidad de hablar con ellos. Comencé como cada meditación, sintiendo la conexión con la energía universal. Tracé el símbolo en la palma de mi mano y lo llevé al corazón…

Una gran energía me golpeó el pecho al tiempo que un amor incondicional me inundaba. Los ojos se me llenaron de lágrimas comprendiendo que estaban alli, conmigo.

Mi Guía vestido de negro venía hacia mí de nuevo. Siempre lo veía borroso pero, en esta ocasión, lo vi claramente solo que, en lugar de su traje negro habitual vestía una capa negra con una gran capucha que le cubría la cara. Una vez más no quería darse a conocer…

Volver a ver su silueta acercándose, me hizo sentir gratitud y esperanza. Como siempre, se situó a mi espalda y me abrazó. Puso sus manos sobre mi corazón y sentí todo su amor y apoyo. Después me colocó una mano sobre la frente y me dejé llevar: había llegado el momento de viajar…

hombrearbolVi como de mis piernas salían raíces que se hundían en la tierra. Mis brazos comenzarón a crecer transformándose en ramas. Unas ramas que seguían creciendo mientras se llenaban de hojas y comenzaban a dar sombra. Mucha gente venía a cobijarse del sol bajo mi sombra y la copa no dejaba de crecer, haciéndose más y más grande mientras más y más gente se metía bajo ella.

Entonces sentí que abandonaba mi cuerpo-árbol y comenzaba a elevarme. Vi el planeta alejarse mientras yo subía y subía. Millones de estelas de luz me marcaban el camino. Yo las seguía y llegaba a una especie de campo lleno de luz. Allí me vi parando y a mi lado pasó un grupo de amigos saludándome todos con la mano. Yo seguía alli parada y vi como otro pequeño grupo de personas se iluminaba a mi lado. El grupo comenzó a aumentar en número pero yo volvía a elevarme sobre sus cabezas y veía el tapiz que todos juntos formábamos en aquel campo. Todos unidos por hilos resplandecientes y todos formando aquella maravillosa tela.

Vi como se expandía la tela de la vida y cómo había distintas capas unas encima de otras. De pronto vi como unas manos que tejían los hilos de aquel tapiz y me sentí mal, como si de pronto me percatara de que alguien estaba manejandonos a todos. Alquien muy superior y con gran poder. No me gustó aquella idea pero mi Guía, por primera vez, se puso delante mío y me sujetó la cara mientras me hablaba:

No pienses en términos de poder o control, eso aquí no significa nada. Todos formamos parte de la misma tela, simplemente algunos tienen más experiencia.

Su comentario me devolvió la serenidad y, por segunda vez, me atreví a preguntar:

– ¿Quién eres? – esperando de nuevo aquel “aun no necesitas saberlo” que me dijo la primera vez.
Yo soy tú. Tu eres ellos (dijo señalando a la tela). Ellos son tú. TODOS SOMOS UNO!

yo-superiorcuanticoDe pronto estaba en un lago maravilloso rodeado de naturaleza. Tumbada sobre la hoja de un nenúfar enorme, me dejaba llevar por la corriente mientras miraba el cielo, los árboles, las plantas… la quietud de aquel paraje. Me puse en pié sobre la hoja y mi guía estaba delante de mí. Me acerqué y retiré la capucha que le cubría la cara. Entonces me ví a mi misma bajo aquella tela. Mi guía me sonrió y se fundió conmigo. Abrimos los brazos y comenzamos a volar…

Subimos y subimos mientras comprendo en mi corazón que aquel guía, era mi Yo Superior. Me muestra imágenes de todas las veces que lo he sentido y ha estado junto a mí. Seguimos subiendo. Por momentos durante el viaje, nos separamos y vamos uno junto a otro. A veces mi mente entra en acción haciéndome dudar y entonces se da la vuelta y me lleva de nuevo a la meditación diciéndome:

Deja de usar tu mente. Siente, ¡sólo siente!

Y utilizo mi mente por última vez, antes de dejarme llevar, para formular una pregunta

– ¿Cómo puedo mejorar? – mientras sigo disfrutando de mi viaje junto a mi Yo superior.

004_india_asceticismLlegamos a una gran sala, como un anfiteatro. Mi Yo superior y yo inmersos en nuestro parloteo mientras, alrededor nuestro, Maestros y Guías nos miran divertidos. Vuelvo a salir de mi cuerpo y me elevo hasta donde un Maestro hindú, con largas barbas blancas y cara sonriente, me mira fijamente.

Mirate desde fuera. Así podrás ver tu misma tus errores. Aprende a mirarte desde fuera. Jajajajajajaja

Y permanezco contemplándome con mi Yo superior en el centro de aquel salón. No puedo evitar acompañar al Maestro en su risotada. Mi mente vuelve a entrar en acción y entonces, de alguna manera, vuelvo a salirme de mi cuerpo dejando tras de mí otra presencia etérica, que se va desvaneciendo poco a poco. El Maestro hindú vuelve a reir a carcajadas…

Mira que truco acabas de hacer para dejar a tu mente fuera de ésto. – me dice – ¡Que ingenioso! Jajajajajaja

Y entonces comienzo a correr muy rápidamente hacia ninguna parte, dejando presencias de mi cuerpo por todo el camino que se van desvaneciendo lentamente.

Vuelvo a estar en el estanque, sobre aquella hoja meciéndome en el agua. Mi guía está a mi lado y vuelve a poner su mano sobre mi corazón. Es inmenso lo que siento. Mientras recibo su energía, veo unos seres que se acercan a mí. Siento una presión intensa en mi corona que me cubre toda la cabeza, como un pesado casco. Vuelvo a salir de mi cuerpo y observo como unos grandes dedos que me “amasan” el cerebro.

– ¿Qué me estáis haciendo?
Te estamos iniciando, pero no te preocupes, ya lo entenderás poco a poco. Vigila tus sueños , te darán información.

La presión dura unos momentos y, poco a poco, disminuye. Me despido de mi Yo superior y de estos seres y agradezco a todos los Maestros que me acompañaron en esta maravillosa experiencia…

Pinturas:

Conectando con mi Yo superior

Cada vez me siento más cerca de mi Yo superior.

Yo superior - DuguayLo siento a mi lado en cuanto respiro profundamente: al iniciar mis meditaciones, cuando doy Reiki, durante mi sesión de autosanación… Ya casi no utilizo símbolos, puedo ver a mi Yo superior activando los necesarios, en mis manos, en el momento preciso.

Lo siento en mi cara; envuelve mi cabeza como una fina gasa y me hace sentir conectada: a la energía del Universo, a la energía de nuestra madre Tierra, a todos los que me rodean y, sobre todo, a mí misma.

Siempre estuvo cerca. Me guió desde mi más tierna infancia y me dio la fuerza necesaria para demostrarme, a mí misma, de qué era capaz. Jamás me indicó cuál era el camino, pero sí se encargó de mostrarme todas las posibilidades. Me animó y me infundió valor. Nunca me juzgó ni me puso en duda. No me abandonó ni me traicionó. No me mintió; siempre me enseñó la cruda realidad, por dura que fuera.

Y en estos momentos, consciente de todo ello, es cuando me doy cuenta de lo abandonado que ha estado. Perdido en otras dimensiones, lanzando señales para acercarse a mí mientras yo, incapaz de creer en su existencia, simplemente lo ignoraba.

Gracias por seguir llamando a mi puerta a pesar de todo. Gracias por ser mi mejor Maestro.

Yo superior - Duguay

Siento haber fallado en nuestra relación; siento no haber dado todo de mí mientras lo recibía todo de ti. Siento no haberte prestado atención…

… hasta ahora!

Ahora se que eres mi aliado; que juntos podemos conseguir cualquier cosa y que nuestra unión, es para siempre.

Bienvenido a mi vida Yo superior.

Cuadros de Mario Dugay

Mis maestr@s…

MaestrosSiempre he tenido un interés especial por ese “algo más” que nos rodea. Desde niña he tenido la convicción de que el mundo que vemos y palpamos no es todo lo que hay. Con quince años, gracias a un trabajo de psicología que realicé para mis estudios, descubrí la hipnosis como terapia y, sin poder remediarlo, me empapé de todos los libros que cayeron en mis manos sobre el tema; incluso me atreví a realizar algunos experimentos con mis compañeras que me dejaron perpleja.

Siempre he sido bastante autodidacta pero a los 27 años tuve una tienda de Medicina Natural, Artesanía y Comercio Justo y me gusta prepararme a conciencia en mi trabajo, así que realicé varios cursos de medicina holística y plantas medicinales. Entonces conocí a mi primer Maestro, un médico que me facilitó una comprensión de mi cuerpo y de mi mente hasta entonces oculta. El me descubrió también la auricoloterapia.

La tienda Verde, mi tienda de Medicina Natural, Artesanía y Comercio Justo

Por aquél entonces conocí a Marisela. Por algún motivo, mis clientes en la tienda comenzaron a solicitarme velas y plantas para conjuros (una cadena de TV ofrecía conjuros en su programa de tarde) e incluso tiradas de tarot… No me lo pensé dos veces y me puse manos a la obra: aprendí a leer las cartas. Marisela era una de mis clientas, muy ducha en la movilización de la energía a través de ruedas de color y las velas. En unos días habíamos puesto en marcha un grupo de vecinas dirigidas por ella misma. Por aquella época me leí todo sobre la energía, la magia de las velas, los viajes astrales, las piedras… Cada vez me sentía más preparada y segura pero, de alguna manera, aun no había encontrado mi sitio.

MeditandoTambién descubrí entonces el Tai-Chi y, padeciendo de asma alérgico, encontré mi deporte favorito. Mi profesor de Tai-Chi me enseñó la mejor manera de desconectar del mundo laboral y disfrutar de mi tiempo libre. Gracias al Chi-Kung, mis meditaciones adquirieron otra dimensión. Comencé a alimentar también mi espíritu.

Hace un año conocí a Montse, mi profesora de Reiki. Y, de pronto, siento que todo va encajando en mi cabeza. El Reiki me ha mostrado otro punto de vista sobre la energía que está más en sintonía con mi ser. Y Montse, cada día que asisto a sus cursos o prácticas, me enseña otra manera de afrontar el día a día que admiro y espero poder copiarle algún día… ¡estoy en ello! 😉

Opino que cada uno tenemos los Maestros que necesitamos en cada momento de nuestra vida. Y, por algún motivo, cuando lo necesitas aparece. Ese Maestro te pasa sus conocimientos y tú mismo, con tus experiencias anteriores, configuras tu propio modo de actuar. Cada nuevo Maestro no hace sino afianzar y aumentar tus conocimientos, abrirte a nuevas experiencias y complementar el trabajo de los anteriores.

AprendiendoSí, el Reiki es lo que, hasta ahora, más se ha identificado con mi carácter pero no me olvido de mis vivencias anteriores y, de algún modo, utilizo todos esos conocimientos. Mi abuela me decía de pequeña: “cada Maestrillo, tiene su librillo” y yo, con todo lo transmitido por mis Maestros pasados, presentes y futuros, voy escribiendo mi librillo.

Quien sabe, quizá algun día yo también seré una Maestrilla.