Anuncié 2014 como «el año del ermitaño»: mucho por trabajar, por rumiar y sobre todo por sanar… trabajo muy duro pero muy liberador que te habrá acercado a tu Yo Superior, a tu verdadera esencia.
El nuevo año que ahora comienza, será el año en que comenzarás a recoger los frutos de tan arduo trabajo: las cargas liberadas han dejado sitio libre para nuevas oportunidades, experiencias y vivencias. Volando liger@ al viento, descubriendo todo aquello de lo que eres capaz.
Feliz vida nueva!!!!
El Sol y la Luna iluminarán tu camino…
¿Tú qué opinas?